El Mirador de La Tosca se localiza a 700 metros de altura en la carretera LP-1 hacia Gallegos. Desde allí se puede observar los típicos caseríos, característicos de zonas rurales con orografía pronunciada. Además, se trata de una zona relevante ya que conserva los dragos milenarios más antiguos de Canarias. En épocas anteriores, los habitantes de la zona extraían las fibras, tintes y cabos de los mismos para crear cuerdas que se comercializaban, dado el auge de la industria naval hasta el siglo XX, razón por la que deben su supervivencia.
Recientemente se ha convertido en el primer mirador 100% accesible de Canarias, con una entrada para personas con movilidad reducida y dos plazas de aparcamiento, la incorporación de información en braille y un QR informativo para aquellas personas con discapacidad auditiva, visual e intelectual o de desarrollo.
Desde aquí, si nos posicionamos hacia el oeste, se puede visualizar los barrios de Topaciegas, La Palmita y Gallegos y disfrutar de los acantilados de la costa del norte de La Palma. De este lugar parte también una ruta del GR 130 o Camino Real de la Costa que bordea la isla y finaliza en Gallegos.
Los propios visitantes describen este lugar como “uno de los más relajantes y sorprendentes del norte de la isla”, “de una belleza insuperable”.